La primera jornada de la X edición de Alhambra Venture ha llegado a su fin con la mesa redonda ‘Operaciones de inversión en el deporte profesional’, que ha estado dirigida por Ramón Valencia y en la que han participado el futbolista Juan Cala, ahora inversor en distintas startups, y el emprendedor Pablo Nuño, fundador de Manolo Blakes, startup invertida. Por lo que ha comentado el moderador, Juan Cala tiene participaciones en varias startups, es presidente del Atlético Salobreña y también socio fundador de dos compañías -una dedicada a actividad inmobiliaria y otra a servicios de salud-, además de formar parte de otros proyectos. Por su parte, Pablo Nuño también es CEO y fundador de dos compañías, así como de un fondo de inversión.
En este marco, Cala y Nuño se han centrado en la relación que existe entre el deportista de élite y los fundadores de compañías. «Es muy complicado, pero hay que relacionarse y nunca sabes cómo puedes llegar. En nuestro caso fue a través de conocidos, de la familia Morata», ha recordado Nuño. Empezó así con Manolo Bakes, vieron cómo trabajaban y «el boca a boca hizo lo demás». Este emprendedor ha trabajado desde entonces con futbolistas profesionales de primer nivel y considera que «puede ser una buena estrategia no ir directamente a ellos, sino ir con proveedores o agentes que tengan contacto con ellos y te recomienden».
Hace unos años, el 70% de los futbolistas acababa en la ruina económica. «Es cierto que a partir de los últimos quince años esa mentalidad ha cambiado. El futbolista ahora se forma un poco más y se deja asesorar por expertos en la materia, por lo que si tienes alguna motivación o tienes alguna propuesta de inversión de una startup se abre una nueva puerta», ha comentado Nuño. Para él, a la hora de apostar por un deportista de élite, «es muy importante ver qué te pueden a aportar a nivel global tus aliados o tus socios». El potencial que tienen en redes sociales, por ejemplo, es un factor que también repercute a la marca.
Compartir información
En este sentido, Cala ha señalado que aunque hasta ahora todo se centraba en abrir un restaurante o un bar, intenta sentirse motivado para entrar en nuevas startups, «aunque solo unas pocas vayan a salir buenas». «Entre los futbolistas ya compartimos esa información e incluso hacemos grupos para comentar en qué startups nos conviene invertir», ha confesado.
En cuanto al capital riesgo, tanto Nuño como Cala son conscientes de la posibilidad alta de que esa inversión sea fallida y pierdan el dinero. «El que te está vendiendo su idea te va a decir que es la mejor del planeta. Yo me fijo mucho en el entusiasmo con el que me están transmitiendo esa idea, que luego nosotros transmitimos a nuestros asesores», ha señalado Cala. Entra entonces todo en una «coctelera» y se toma la decisión de si invertir o no invertir.
Además, «un empresario trata de entusiasmar, olvida las debilidades de su proyecto y habla solo de sus beneficios. Y esa gente que está entrando está confiando en tu empresa, pero también está confiando en tu persona», ha subrayado Nuño. Este último considera que a la hora de comunicar a un deportista que la inversión no ha salido bien, «hay que intentar ser lo menos emocional y lo más analítico posible». Para él, «lo importante es haber peleado al cien por cien y haber intentado que tu empresa se escale en la manera correcta».