El fondo de capital riesgo (‘private equity’, en la jerga) de la gestora Kibo, denominado Nzyme, con el apoyo de Oliver Wyman, ha realizado en seis meses sus primeros cierres por valor de 45 millones de euros, en tanto que actualmente la cifra se sitúa por encima de los 60 millones de euros.
La entidad ha asegurado en un comunicado que el vehículo tiene como objetivo identificar y aprovechar las oportunidades en «sectores muy fragmentados y poco innovadores» en los que la tecnología puede desempeñar un papel de relevancia a la hora de transformarlos y modernizar la organización, creando así valor.
«No existe competencia»
Entrando al detalle, la gestora ha explicado que creó el fondo tras detectar una oportunidad en un espacio en el que «no existe competencia» (buscan ocupar el espacio entre el ‘private equity’ tradicional y el ‘venture capital’) debido al pequeño tamaño de las compañías en las que buscan invertir y sus ratios de crecimiento actual.
El equipo directivo de ‘Nzyme’ lo componen cinco miembros: Fernando Díaz Solís, exdirectivo de Advent con más de 20 años de experiencia en el sector; Vicente Vázquez Bouza, experto en materias como ejecución de fusiones y adquisiciones; José Manuel Gasalla, especializado en finanzas corporativas; Juan López Santamaría, uno de los actuales socios de Kibo, que cuenta con más de 15 años de experiencia en inversión y tecnología; y Pablo Campos, experto en finanzas corporativas y asesoría.
Asimismo, Campos es socio fundador de Nzyme, socio de Kibo Ventures y, actualmente, presidente de Oliver Wyman en España, mientras que Vázquez y Gasalla son también socios de Oliver Wyman.