Chileno de nacimiento y con raíces de diversos países, ha trabajado en cuatro continentes y visitado más de 90 países. Juan José de la Torre, experto digital, mentor, inversor y emprendedor, ha trabajado en las principales organizaciones de todo el mundo para llevar la tecnología y la innovación al mercado. Además, es un apasionado de los deportes de aventuras y exdj profesional.
-Actualmente reside en Dubai. ¿Qué le ha llevado a instalarse en el Medio Oriente?
-Varias cosas. En cuanto a mi carrera profesional ya había trabajado en Europa, América y en Asia, por lo que una de los lugares que me faltaba por descubrir era este. Al mismo tiempo, es una de las regiones del mundo que está presentando mayor crecimiento. No sólo porque los proyectos son muy interesantes, sino también en cuento a la dimensión de estos. Los países del Golfo no ponen las típicas limitaciones que los de Occidente. Generalmente en Occidente se piensan mucho las cosas y se corren riesgo bastante controlados. Aquí son más de crear una visión y alinear los distintos elementos para complementarla. El mejor ejemplo es Dubai, una ciudad de la que hace 20 años nadie había oído hablar y que hoy en día está en todos los foros y centros de negocios. Algo espectacular para un país tan joven. Así que trabajar en este entorno es muy atractivo. Por otra parte, a nivel familiar tengo raíces españolas, sirias e italianas, por lo cual tenía unos orígenes que quería explorar en la región.
-Sin embargo, su carrera profesional comenzó a miles de kilómetros de allí, en Chile, donde ya en la universidad fundó su propia compañía de e-learning. ¿Qué consejo le habría gustado escuchar en aquel momento?
-El mejor consejo que doy a los emprendedores se basa un poco en mi experiencia. Principalmente tomar mucho tiempo en elegir el equipo y luego estar seguro de este. Por otra parte, ser conscientes de que el camino del emprendedor es complicado, con muchos altos y bajos. Muy reconfortante porque creas nuevas y propias cosas y eres tu propio jefe, pero al mismo tiempo es duro. Recibes muchos portazos en la cara. Es difícil partir siendo pequeño, ya que a las grandes compañías no les gusta hablar con los pequeños, algo que hoy en día está cambiando. Es un camino largo, que al final tiene su recompensa pero que conlleva mucho trabajo.
-¿Cómo se pasa de crear una empresa en la universidad a trabajar en una de las compañías digitales líderes en Oriente Medio y África del Norte?
-El emprendimiento y el ser un emprendedor es un estilo de vida. Eso significa que puedes estar haciendo hoy tu propia empresa y tener unos comportamientos parecidos a los que puedes tener trabajando en una gran corporación como es mi caso. El ser emprendedor básicamente se basa en tres cosas. Tomar las cosas como si fuesen tuyas, lo sean o no. Tener muy claro la visión de lo que estás haciendo, sea cual sea la magnitud del proyecto, sabiendo transmitirla a tu equipo. Y finalmente tienes que tener mucha pasión por lo que haces, estar dispuesto a dedicarle muchas horas. En mi carrera he combinado a menudo situaciones en las que he estado haciendo mi propia empresa y trabajando con corporaciones. En España, por ejemplo, trabajé con Orange bastante tiempo, pero tuve la oportunidad de tener proyectos como si fuese un emprendedor, creando cosas desde cero y llevándolas a cabo. Todos mis trabajos los he visto siempre como mi propia empresa.
-¿Cuál fue su experiencia en España?
-Muy buena. Mi padre y mi abuelo son españoles, por lo que volver a España y trabajar allí fue muy enriquecedor, al igual que continuar mis estudios allí y poder trabajar en una multinacional. España tiene unas capacidades bastante grandes a nivel de gestión y dirección, pero muchas veces los españoles pecan de no atreverse mucho a poner esas capacidades a un nivel global. Aunque creo que eso está cambiando. Ahora vemos muchas ‘startups’ españolas que empiezan a posicionarse. Lo interesante del mundo de las empresas emergentes es que expone a todas en el mismo plano. No necesitas tener una gran infraestructura, sólo tener una buena idea, un buen equipo y lanzarte a por ello.
-Ha realizado ponencias en más de 70 conferencias internacionales. ¿Hay algún factor común en todas ellas?
-Siempre busco dar temas que me apasionen, en los que realmente crea y sean interesantes. Nunca intento vender nada y soy muy provocativo. Doy un ángulo que quizá sea lo que mucha gente piensa pero pocos se atreven a plantear. Algo que puede hacer que no me inviten más, pero siempre busco la innovación y romper los esquemas.
-En Twitter cuenta con más de 20.000 seguidores. ¿Es imprescindible para los emprendedores estar presente en las redes sociales?
-Sin duda, es una forma de comunicación que democratiza las conversaciones. En la red todos somos iguales, lo que importa es el contenido. Además, las empresas están acelerando la conversación hacia las redes sociales, quedándose los mecanismos clásicos atrás. Por lo que si en una red social la expectativa de respuesta es de cinco minutos y una empresa se demora media hora en contestar a sus clientes, ya va tarde.
-También es mentor en siete aceleradoras y visir asociado de Alhambra Venture, donde estará el próximo lunes. ¿Qué temas tratará en su ponencia?
-Lo que tratamos allí es algo muy interesante y relevante. Se trata de cómo a través de la innovación y las empresas emergentes podemos aunar culturas y diferencias. Enfocándonos en construir negocios que no sólo contribuyan a que la generación dé riqueza, sino que también mejore la vida de las personas. Trataremos cómo seguir trabajando para de manera coordinada apoyar a estos emprendedores que quieren y están dispuestos a apostarlo todo para convertir su idea en una realidad.
-¿Qué opina de este evento?
-Es un evento único. Único en cuanto a su factoría desde España a nivel internacional. Tal y como dice su nombre, Alhambra, significa la unión de múltiples culturas en torno a un mismo techo. Creo que es lo que el evento busca, ya que trasciende más allá de las fronteras de España, pudiendo transmitir estas ideas y posturas a las distintas organizaciones competentes.