El 96 por ciento de los emprendedores españoles considera que la crisis del coronavirus puede ofrecerles nuevas oportunidades de negocio, según un estudio en el que han participado investigadores de la Universidad de Granada (UGR).
Según ha señalado también la UGR en una nota de prensa, prácticamente la mitad de las empresas ha continuado su actividad mediante el teletrabajo durante el estado de alarma, y de ellas, el 57 por ciento planea, a partir de ahora, «la búsqueda de nuevos mercados y nuevos clientes».
Son algunos de los datos que arroja el estudio en que ha participado el departamento de Organización de Empresas I de la UGR, junto a un equipo de más de diez universidades españolas, para analizar los efectos del estado de alarma en más de 4.300 negocios en España de diferentes sectores, tamaño y estado de consolidación.
El estudio, que ha sido publicado por el Observatorio del Emprendimiento de España, está dirigido por las profesoras María del Mar Fuentes (UGR) e Isabel Neira (Universidad de Santiago de Compostela), y en él se ha analizado, entre otros aspectos, el impacto en la demanda, el empleo, el acceso a la financiación, el uso de medios de teletrabajo o los planes de futuro para salir de la crisis derivada de la covid-19.
Prácticamente la mitad de las empresas consultadas continuaron trabajando mediante el teletrabajo, sin duda el cambio más relevante en el ámbito laboral en la sociedad española, el 40 por ciento han permanecido cerradas de modo temporal, y tan sólo un diez por ciento siguieron con su operando con normalidad. Si bien la demanda ha caído de media un 80 por ciento, profundizando en las cifras se aprecian notables diferencias. El sector de servicios al consumidor final es dónde la crisis ha provocado la cara más amarga, pues el 66 por ciento ha permanecido inactivo.
En lo que respecta al empleo, el 41% de las empresas han iniciado Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), con casi el 80 por ciento de éstos producidos en sectores no esenciales, con especial incidencia en servicios al consumidor final (62 por ciento) o en empresas con menos empleados.
Una de cada tres empresas ha manifestado verse afectadas en el acceso a la financiación, 41 por ciento en el caso de las de menos de diez empleados. El aplazamiento de los planes de inversión es la medida inmediata adoptada con mayor frecuencia (32 por ciento) y el 28 por ciento ha solicitado financiación extra.
A pesar de la alta incertidumbre generada por la situación, y de las perspectivas poco optimistas para el futuro (casi siete de cada diez encuestados cree que el impacto sobre su negocio será muy negativo en los próximos seis meses), la gran mayoría considera que la crisis ofrece nuevas oportunidades de negocio.
Esto es especialmente significativo en las empresas que han continuado operando en teletrabajo, donde el 57 por ciento planea la búsqueda de nuevos mercados y nuevos clientes. En general, ya durante estos primeros días, «una de cada cuatro empresas se ha reinventado», pues las principales preocupaciones manifestadas han sido la supervivencia y el mantenimiento del empleo.
Un colectivo de especial interés analizado en el estudio son las personas que estaban poniendo en marcha un negocio y que contribuirán a la reactivación de la economía. Tan sólo el cuatro por ciento han abandonado sus planes, el 45 por ciento va a cambiar su modelo de negocio, pero queda todavía un 35 por ciento que ha paralizado sus planes, y cuya principal demanda (75 por ciento) es de medidas de apoyo a la creación de empresas.
En su parte final, el estudio plantea un conjunto de recomendaciones dirigidas a las personas emprendedoras y a los agentes del ecosistema emprendedor. El gran reto que ha provocado la situación es lograr reactivar la demanda y la oferta para volver a una senda de normalidad lo antes posible (reactivación) y, en paralelo, re-crear un ecosistema emprendedor, con «nuevos pilares y dinámicas», menos vulnerable, más articulado, más innovador, más resiliente y que dé respuesta a las nuevas necesidades sociales (transformación).
