La empresa colabora con equipos directivos apasionados y motivados que emplean su capital para impulsar el crecimiento, ya sea en participación de mercado, ingresos, rentabilidad, producción o capacidad. A diferencia del financiamiento con acciones, el préstamo de riesgo minimiza la dilución, permitiendo que los fundadores y los primeros inversores conserven una mayor propiedad de sus negocios.