Un total de cinco startups que han pasado por el programa Minerva han puesto en marcha proyectos dirigidos a fomentar un uso eficiente del agua en el hogar y en el sector agrícola. Algunos de los proyectos que han sido puestos en marcha por emprendedores que han pasado por este programa de impulso TIC son el ahorro de agua en las viviendas, la detección de los niveles de humedad o los sistemas de depuración de aguas residuales.
La iniciativa dirigida a lograr un consumo más sostenible en el hogar se ha plasmado en Waisense, un sistema malagueño que permite ahorrar el agua desperdiciada mientras se espera a que salga a la temperatura deseada, según ha explicado el Programa Minerva a través de un comunicado.
Esta solución posibilita que cuando se abra el grifo del agua caliente, salga al instante a la temperatura deseada, lo que permite ahorrar hasta 25 litros cada vez que se realiza este proceso, así como reducir el coste de la factura.
Por otro lado, la startup granadina Graniot ha desarrollado una aplicación web que permite a agrónomos y agricultores «tomar mejores decisiones» en cuanto al riego y a la fertilización de sus cultivos, gracias a tecnología satelital e información agroclimática.
Esta solución facilita el control de los cultivos mediante monitorización semanal en términos de vigor, clorofila y estrés hídrico, una información que, integrada con información meteorológica, posibilita a los técnicos agrícolas prevenir situaciones de alto riesgo en los cultivos y ahorrar hasta un 15% del gasto de agua.
Otra herramienta que mejora el uso hídrico en el campo, en este caso, para el cultivo de fresas, frutales y aguacate, es Sensacultivo. Este dispositivo se coloca sobre el terreno agrícola para conocer en tiempo real el estado de salud del cultivo en cuestión desde el ‘smartphone’, y saber cuándo y cuánto regar o abonar una parcela, lo que permite ahorrar hasta un 25% en el consumo de agua y fertilizantes.
En este sentido, Sensacultivo es compatible con todo tipo de cultivaciones de regadío, en suelo o hidroponía –sin suelo–, en invernadero o al aire libre. Actualmente se encuentra implantado en muchas explotaciones de Huelva y Sevilla, en cultivos de frutos rojos, aguacates, cítricos, entre otros.
Por su parte, la empresa sevillana Aquamática ha creado un sistema de sensorización para automatizar el riego y los tratamientos fitosanitarios. Esta solución permite orientar a los agricultores para regar de forma eficiente a través de una aplicación para tabletas y móviles, lo que supone un ahorro del uso del agua y la posibilidad de controlar el área de riego sin necesidad de desplazarse de forma constante a las plantaciones.
El último de estos sistemas, enfocado principalmente en la regeneración del agua, es el de la biotecnológica G2G Algae. Esta ‘startup’ sevillana aplica la tecnología al cultivo de microalgas para recuperar y conservar los recursos naturales y la biodiversidad del planeta.
De esta forma, su dispositivo permite producir un concentrado a escala industrial para –entre otros beneficios– resolver problemas de contaminación de aguas. Este cultivo de microalgas actúa además como abono ecológico regenerante del suelo y permite reducir las emisiones de CO2.
Por último, el Programa Minerva ha recordado que la agricultura consume actualmente entre el 60 y el 70% del agua dulce, una cifra que puede incrementarse hasta un 19% en 2050, según la Unesco. En España, además, se ha calculado que las actividades agrarias son las que más agua consumen, en torno al 70%.