Dicen que una imagen vale más que mil palabras y que la cara es el espejo del alma. Bajo esas premisas nace una nueva tecnología en la que, al visualizar un contenido, se genera un informe completo que analiza las micro expresiones faciales para convertirlas en métricas aplicables a una estrategia de marketing. Parece futuro, pero ya es presente gracias a la Inteligencia Artificial de reconocimiento facial de Feeder, startup finalista de Alhambra Venture 2023.
Este software de análisis de audiencias mide las reacciones a piezas audiovisuales para ayudar a los creadores de contenido a mejorar el rendimiento de las campañas y creaciones.
La herramienta es muy potente para departamentos y agencias de marketing, ofreciendo un dato cualitativo que hasta ahora no se podía obtener, lo que repercute directamente en el retorno de la inversión.
Detectar inspiración o compromiso
“Se trata de data cualitativa, hasta ahora relegada a un segundo plano, obtenida en tiempo real y basada en las reacciones de las audiencias delante de los contenidos y campañas”, explican sus creadores. Traduce gestos que ordena en once dimensiones como: atención, validación, compromiso, carisma, sorpresa, intensidad, rechazo, horror, enfado, susto o inspiración. Detecta incluso a qué zona de la pantalla se mira.
La plataforma en sí cuenta con un dashboard para el cliente y una app que por la que los usuarios visualizarán los contenidos. Mediante la cámara frontal del móvil, el algoritmo recoge esas microexpresiones. Es importante entender, eso sí, que la aplicación nunca graba ni tiene reconocimiento facial, por lo que es 100% anónima.
Señalan que hasta el momento, la falta de este tipo de datos se ha traducido en un desaprovechamiento del 21% de los presupuestos de marketing y del 33% de los recursos, especialmente en lo que a tiempo se refiere.
Así, Feeder llegará los próximos 4 y 5 de julio al Palacio de Congresos como una solución única en el mercado: un algoritmo que traduce las emociones en métricas fáciles de entender como el nivel de atención, el grado de validación o rechazo, entre otras. Cuestiones para las que antes haría falta un profundo análisis y expertos en neuromarketing.
Desde la startup catalana tienen claro que su valor diferencial es su algoritmo que facilita la comprensión de una data relegada a especialistas para mejorar la toma de decisiones y el contenido. Una tecnología que los diferencia de otras empresas de análisis de comportamiento de usuario, UX o análisis emocional.
Además, defienden una gran capacidad de escalabilidad de forma autónoma y un modelo de suscripción con precios muy competitivos.
De anécdota a app
Como muchas otras startups, la semilla de Feeder nace de dos amigos de la infancia y una anécdota entre cañas. Hay que remontarse a 2018, Mauro Gadaleta y Pablo Filomeno recibieron un vídeo, por un grupo de WhatsApp, que provocó grandes risas entre los presentes.
Sin embargo, pasado un rato, la respuesta escrita se simplificó a un simple “ja-ja”, nada que ver con la reacción real. Reflexionando sobre la comunicación nació lo que fue la primera versión de Feeder. Era una app que usaban familiares y amigos creada para enviar contenido y en la que se reaccionaba en tiempo real.
Con la pandemia, se quedaron sin trabajo y decidieron profesionalizar el proyecto, cambiando el foco de la herramienta hasta lo que es hoy, un software que se está consolidando en el mercado español a la vez que se lanza al mercado internacional.
Desde entonces, Feeder se ha ganado un puesto en el programa de aceleración de Demium en Barcelona, también en Barcelona Activa y NVIDIA Inception Program, e incluso en el Mobile World Congress.
El equipo ya trabaja en una segunda fase del proyecto: el análisis en streaming de audiencias masivas, que dará sus primeros pasos en septiembre, de la mano de la plataforma Semrush.
De este modo, esperan dar un salto cuantitativo para convertirse en un referente internacional en cuanto a análisis de audiencias masivas para marketing y entretenimiento.
Con los objetivos claros, llegan a Alhambra Venture intentando cerrar la ronda de financiación en la que se encuentran inmersos, pero también buscando a los primeros contactos y negociaciones para la próxima, lo que dice mucho de su ambición.