Queraltó es una startup granadina que este año cumple nada más y nada menos que 125 años. La empresa sopla las velas con ventas en múltiples países de todo el mundo y registrando unos tres mil pedidos al día, aproximadamente. Pertenece al Grupo R. Queraltó, que cuenta con muchos premios y apuesta por nuevos proyectos de todos los sectores. Un ejemplo de su compromiso es su relación con Rolando, una compañía también de Granada que ayuda a otras a aumentar su rentabilidad, sus ventas y, por supuesto, la satisfacción de sus clientes.
Sobre el recorrido de ambas han charlado esta tarde en Alhambra Venture sus CEOs, Curro Abad e Ignacio Salcedo, en un espacio presentado como ‘CEO’s Talk de Graná! Greening, Ronaldo&Queraltó. Creando valor desde el Sur con la Tecnología en el Alma’. En Queraltó, por ejemplo, la meta hace siete u ocho años era que cuando las hijas de Abad estudiasen, vieran trabajar en esta compañía como una opción «atractiva». «Creo que lo hemos conseguido. Hay palos en la Universidad de Loyola, por ejemplo, e incluso en algunas europeas por trabajar en esta empresa. Hay proyecto, hay valor, hay valía», ha apuntado el CEO.
Además, para que el talento quisiera trabajar en Queraltó y competir con otras grandes empresas de China y otros países, «había que ir a facturar 300 millones, lo que requería muchas más gamas de producto y muchos más países en los que estar», como Estados Unidos o Emiratos Árabes. «Veíamos que tal vez nosotros solos podíamos frenar un poco esa revolución tan bestia y competir a nivel internacional de forma importante», ha explicado Abad.
Este ingeniero granadino dio sus primeros pasos trabajando en una empresa de distribución, pero acabó creando su propia distribuidora tecnológica, que de primeras facturaba cerca de 40 millones. Abad se propuso entonces llegar a una facturación que alcanzase los 300 millones. y lo consiguió. «En mi primer trabajo repartía octavillas en Puerta Real. Yo era un catetillo vendedor. Si había que hacer bien los proyectos se hacían bien, pero a mí lo que me gustaba era el desarrollo», ha admitido.
Así que llevó la compañía más allá de las fronteras granadinas y la catapultó a nivel internacional. «Somos del sur y somos de Graná, y somos mucho más ingeniosos. Por eso, nos fuimos a Alemania. La inversión allí la recuperamos con creces», ha apuntado. Su presencia y reputación a nivel global, de hecho, han convertido a Queraltó en la única empresa del mundo que, entre otras innovadoras propuestas, «hace de sus operaciones devoluciones solidarias», dirigidas a entidades como la Cruz Roja de Alemania, por ejemplo.
Transformarse, la clave
Por su parte, el también granadino e ingeniero de caminos Ignacio Salcedo ha recordado, en primer lugar, cuando años atrás creó junto a otros compañeros una spin off de la Universidad de Granada, Greening Group. A día de hoy, unas quinientas personas forman parte de esta iniciativa y, además, 350 de ellas trabajan en Granada. «Yo me planté aquí hace nueve años para presentar esta compañía. No conseguí convencer a nadie, pero hoy estamos donde estamos», ha celebrado.
Entonces, decidieron diversificar las líneas de negocio. Eso es, precisamente, lo que ha llevado a Greening Group a tener una presencia internacional «muy importante». Ahora, el objetivo, según Salcedo, es «seguir transformando una compañía global, pero con el corazón granadino». «Seguimos teniendo la idea de a qué nos vamos a dedicar dentro de cinco o seis años. A día de hoy, hacemos cosas monetizables, pero tenemos que pensar en el futuro. En lo que invirtamos hoy, será la realidad del mañana», ha asegurado.
Actualmente, Greening Group factura más de 200 millones. Según Salcedo, «lo importante es que cuando te caigas, te levantes. Lo importante es tener la idea y apostar por el personal». Además, que esta compañía tiene corazón granadino queda patente con su patrocinio del Granada Fútbol Club, que para su CEO ya «es una seña de identidad» de la empresa.
Por último, Abad y Salcedo se han referido a lo mucho que se habla en Granada de la marca Málaga. Según Salcedo, en Granada hay un hub brutal y universitario que hay que aprovechar en Málaga. Así, Abad ha asegurado que «Granada y Málaga nos podemos seguir peleando por cuál es más bonita o que si una tiene esta playa y la otra no, pero Málaga se tiene que beneficiar de Granada». En ese contexto, Salcedo ha planteado lo siguiente: «¿Sería una locura pensar en ponerle al aeropuerto de Granada-Jaén, Granada-Málaga?».
«Vamos a quitarnos de miedos. A los granadinos les va a sentar mal, pero cuando tu hijo se vaya a estudiar a Londres, si Granada y Málaga están en el mismo área tecnológica, lo más probable es que luego pueda volver y trabajar aquí, en su ciudad», ha argumentado Abad. Siendo ese el objetivo, Salcedo ha insistido en la necesidad de «traer iniciativas tecnológicas al sur de España y apostar por el talento de aquí». Porque «crear valor desde el sur con la tecnología en el alma sí es posible».