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La nueva era de las suscripciones; a series, a podcast y ahora también a bicicletas eléctricas

Wifly impulsa el abono mensual a e-bike, un paso más hacia nuevas formas de movilidad sostenibles

Los costes cada vez más elevados de los suministros y la conciencia medioambiental nos llevan progresivamente hacia una movilidad más sostenible. Desde hace años estamos acostumbrados a suscribirnos a plataformas de series o podcast y, en este escenario, nacen también las suscripciones a bicicletas eléctricas. Una solución más práctica y cómoda que el alquiler de bicis urbanas. Wifly es la empresa madrileña que está revolucionando este sector y participa en Alhambra Venture este año.

Como no podía ser de otra forma, la idea de este proyecto nace sobre las dos ruedas. En aquel momento dos de los socios fundadores del proyecto, Marcos Benatar, Business Angel, y Jaime Sacristán, CEO, habían hecho una lluvia de
ideas para buscar una oportunidad de negocio con la que aportar valor a la sociedad. Uno de los mercados más llamativos era la micromovilidad, pero observaban que el modelo de alquiler no era una buena alternativa para el día a día.

“Mis trayectos al trabajo en aquel entonces eran mi rato de esparcimiento y creatividad, y en una vuelta a casa en bici pública, cansado del trabajo, con la parada de bici más cercana llena, me tuve que ir a otra mucho más lejana y pensé: Ojalá pudiese pagar una mensualidad tipo abono, y tener una bici para mí”, explica Jaime Sacristán. Así, junto a su socio, ideó un modelo de alquiler flexible a largo plazo que además de dar una solución a ciclistas urbanos, no tenía los gastos del alquiler derivados de que la bici duerma en la calle como el vandalismo o robos. “Lo vimos muy claro y nos lanzamos a probar el modelo de negocio”, recuerda. Así nació Wifly junto a Carlos Aguado, director de operaciones.

Lo que ofrece esta empresa es un servicio de suscripción a bicicletas eléctricas. A cambio de una cuota mensual, el usuario tiene una e-bike como si fuera suya con todos los servicios que pueda necesitar como seguro contra robo, mantenimientos o bicicleta de sustitución. Sus fundadores reivindican la democratización del uso de las bicicletas eléctricas, ya que son caras y el usuario medio aún desconoce el mercado. “Con Wifly, los usuarios que han probado el sharing y han decidido que las e-bikes sean su principal medio de transporte, pueden probar el uso de una bici sin miedo a hacer una gran inversión y luego arrepentirse”, apunta Sacristán. Además, el cliente tiene la posibilidad de comprar la bicicleta eléctrica en cualquier momento de la suscripción.

Entienden que este mercado nuevo, estaba creciendo a un ritmo muy alto, pero no existía ningún especialista en el producto en España y que los usuarios tenían muy poca información y seguridad de compra. Por ello, creen que la suscripción es perfecta para cubrir las necesidades de movilidad a un precio accesible para todo el mundo. Compiten contra un modelo de bicicleta estándar y ofrecen al usuario un paso intermedio hacia la compra de una e-bike que les guste con una amplia gama de marcas.

El proyecto nació con la ambición de crear ciudades más agradables para sus habitantes, y para ello se dirigen a toda la población con necesidades de movilidad diarias, aunque el foco está puesto en usuarios de 30 a 50 años. La startup ha pasado por varias fases; nacieron como un servicio al consumidor, pero era difícil conseguir inversores con un modelo de negocio inexistente en el Sur de Europa. Entonces, aparecieron empresas de quick commerce interesadas en alquilar la flota para sus riders. De hecho, en la actualidad cuentan con clientes como Getir o Gorillas. Con ese crecimiento, desarrollan un prototipo de bici propia para este mercado a la vez que quieren implementar el enfoque a los ciudadanos.

Con ello, miran a 2023 como el año en que en toda España se empiece a ver más la marca Wifly. “Queremos hacer una expansión muy fuerte y si funciona, replicarlo en otros países como Francia, Italia, Portugal y Alemania”, adelantan. Así, esperan mucho de su participación en Alhambra Venture. “Recibimos la noticia con mucha ilusión, porque habíamos oído hablar del programa y tiene mucho nombre. Nosotros veníamos de otro programa de aceleración, con una visión más americana y queríamos otra perspectiva más local de temas legales y mercado de capitales.”, recuerdan. Destacan que Alhambra Venture siempre junta a “grandes startups e inversores, y acceder a esa red para hacer networking es un privilegio, por lo que esperamos que de aquí puedan salir colaboraciones muy interesantes”.

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