Su función principal consiste en respaldar proyectos empresariales a través de una modalidad de préstamo diseñada para preservar el control de quienes emprenden
Durante su intervención en Alhambra Venture 2025, Ignacio Liñán, técnico del departamento de Comunicación de ENISA, repasó el papel que desempeña ENISA pública en el respaldo financiero a pequeñas y medianas empresas de reciente creación. Destacó su particular fórmula de financiación y subrayó el alcance nacional de su actividad.
En primer lugar, expuso la naturaleza y misión de ENISA, una empresa de capital 100 % público adscrita al Ministerio de Industria y Turismo. Su función principal consiste en respaldar proyectos empresariales a través de una modalidad de préstamo diseñada para preservar el control de quienes emprenden. La entidad no entra en el capital de las compañías, lo cual evita procesos de dilución, y el coste del préstamo varía en función de los resultados obtenidos.
Frente a otras fórmulas tradicionales, ENISA trabaja con el llamado préstamo participativo, una herramienta que no requiere avales personales y cuyo riesgo se comparte. Los importes oscilan entre los 25.000 y el millón y medio de euros, con plazos que pueden alcanzar los siete años, en función del análisis individual de cada caso. En sus condiciones también destaca la necesidad de cofinanciación, ya que su papel no es cubrir el 100 % del capital, sino actuar como un impulso complementario que refuerce la estabilidad de cada nuevo proyecto.
El ponente presentó también un mapa que refleja el grado de conexión que ENISA mantiene con agentes locales y regionales, lo cual les permite detectar con rapidez las dinámicas del tejido empresarial. En esa línea, citó la definición operativa de innovación adoptada por la Fundación Cotec: «todo cambio que no sea únicamente tecnológico, que se base en conocimiento más allá del científico y que genere valor». Bajo esta premisa, ENISA respalda ideas que encajan en un sentido amplio y abierto del término.
En cuanto a los requisitos para acceder a su financiación, Liñán detalló que los destinatarios deben ser pymes constituidas como sociedad, con domicilio en España, y que presenten un proyecto con elementos diferenciales. Quedan fuera de su ámbito de acción las actividades vinculadas al sector financiero, inmobiliario o promotor.
Actualmente, la entidad trabaja con seis líneas diferenciadas. Algunas están dirigidas a perfiles específicos, como mujeres al frente de empresas digitales o proyectos audiovisuales y culturales. Otras tienen una vocación más general, como las líneas destinadas a jóvenes emprendedores, nuevas pymes o compañías que se encuentran en una fase de crecimiento. En todos los casos, el proceso se estructura en tres etapas: solicitud, análisis y formalización del préstamo.
Según los últimos datos compartidos, ENISA ha desembolsado más de 9.000 préstamos, ha financiado a más de 8.000 empresas y ha movilizado un volumen superior a los 1.440 millones de euros. Entre las compañías que han recibido su respaldo, el técnico mencionó ejemplos como Wetaca, Wallapop o Cabify.
La intervención de ENISA finalizó con una ronda de preguntas en la que los asistentes plantearon inquietudes sobre los pasos necesarios para acceder a estas vías de financiación. Este espacio de diálogo permitió aclarar detalles sobre el proceso de solicitud, los criterios de evaluación y las opciones que la entidad ofrece para acompañar a quienes desean consolidar su actividad empresarial.