Mientras industrias como la ganadería tradicional dependen de recursos intensivos como la soja o la harina de pescado, y los vertederos acumulan millones de toneladas de residuos orgánicos, Biofarm Fly, una startup extremeña, sabe como extraer el potencial de los residuos orgánicos para convertirlos en proteínas de insectos, bioaceites, biofertilizantes y quitosano. Esta solución, que combina biotecnología con economía circular, se presentará en Alhambra Venture 2025, del 30 de junio al 2 de julio en el Palacio de Congresos de Granada, un evento que reúne a más de 1.100 participantes, incluidos 243 inversores, para conectar startups con oportunidades de financiación y crecimiento en sectores como biotecnología, inteligencia artificial y foodtech.
Fundada en 2022, Biofarm Fly ha desarrollado una tecnología propia patentada que transforma cada tonelada de residuos en aproximadamente 70 kg de proteína de insecto, 20 litros de bioaceite antiviral , 150 kilos de frass orgánico y 100 gramos de quitosano, un biopolímero usado en cosmética y farmacia. A diferencia de la producción de soja, que requiere 3.000 litros de agua por kilo, o la ganadería tradicional, que genera altas emisiones de CO₂, el proceso automatizado y estandarizado de Biofarm Fly consume menos de 1 litro de agua por 10 kilos de proteína y reduce las emisiones hasta en un 96 % comparado con la proteína de soja. Sus productos —Protein Fly, Lipids Fly, Frass Fly y Chitosan Fly— sirven a sectores como la alimentación animal, la agricultura, la cosmética, etc, ofreciendo una alternativa a insumos tradicionales como la harina de pescado, que presiona los ecosistemas marinos.
La empresa también innova con Biofarm Fly Mobile Automatic, una planta portátil que permite a ganaderos y agricultores procesar residuos directamente en sus instalaciones, reduciendo costes logísticos al estilo de cómo las pequeñas plantas de biogás han descentralizado la gestión de energía en zonas rurales. Con una inversión inicial de 190.000 euros en I+D, Biofarm Fly prevee colaborar con agricultores locales para gestionar sus residuos y planea una planta industrial en 2026 capaz de procesar 15.000 toneladas de desechos al año. En un mercado donde la telerehabilitación o la biotecnología agrícola crecen rápidamente, el sector de la insecticultura, valorado en 144 millones de dólares en 2023, proyecta un crecimiento del 14 % anual, destacando el potencial de soluciones como esta.
En Alhambra Venture, Biofarm Fly buscará socios estratégicos, financiación y visibilidad para escalar su modelo exclusivo, más asequible y versátil para valorizar los residuos. Apoyada por su visión de economía circular, la empresa, liderada por Eduardo Morales y Proma, trabajan para optimizar el aprovechamiento de recursos uniendo tecnología con la naturaleza, fortaleciendo la sostenibilidad en un contexto de crisis alimentaria global.